La gralla es un instrumento de viento de madera, de tubo cónico y con caña doble directa a la boca que forma parte de la gran familia de los oboes tradicionales y que puede ser nombrado, de manera genérica, chirimía. No debe confundirse con la xeremia (cornamusa mallorquina). La gralla es, de alguna manera, la chirimía tradicional de Catalunya.

Ya desde la Edad Media encontramos en las dos orillas del Mediterráneo un gran número de instrumentos que se parecen a la gralla: la zurna turca, la zurla serbia y macedonia, la ghaita marroquina, la dolçaina valenciana, la ciaramella italiana, la sorna en la zona de la antigua Persia, la karamouza griega, la surle albanesa, el mizmar egipcio… Esto nos hace pensar en una evolución paralela de un mismo tipo de instrumento en diferentes áreas, evolución que con el paso de los años ha comportado instrumentos parecidos, con particularidades propias de cada territorio y que son considerados tradicionales en las diferentes regiones.

El debate sobre la gralla permanece abierto. Hay muchos tipos de gralles y, quizás por eso mismo, una gran variedad de afinaciones: gralla baja, gralla en si bemol, gralla a 440… Esto refuerza, en algunos casos, la falta de acuerdo en cuanto a qué es y qué no es una gralla. El concepto de “gralla baja”, por ejemplo, no es unánimemente aceptado en Catalunya: las similitudes con la tarota son tantas que hay quien no la considera una gralla, sino una modificación de la tarota.

Encontramos gralles hechas de diversos tipos de madera bubinga, boj, azufaifo, granadillo, olivo…, lo que incide en el sonido final del instrumento. Como ha pasado con otros instrumentos tradicionales catalanes, los primeros intentos para establecer unas líneas comunes y aceptadas por todos en cuanto a la fabricación de la pieza son muy recientes, lo que ha comportado que la evolución organológica del instrumento haya sido bastante lenta. Este fenómeno no se ha dado en otros instrumentos tradicionales, tanto europeos como catalanes, cuyas bases han sido consensuadas de manera sólida. En estos casos, son las cuestiones de orden ornamental o las innovaciones a nivel técnico lo que diferencia los diversos modelos de un mismo instrumento: hablamos de la tenora en Catalunya, las bombardas bretonas en todas sus tonalidades, la highland bagpipe escocesa… En el caso de la gralla, el déficit en el desarrollo de un estándar tiene relación con los retrocesos culturales de gran magnitud que ha sufrido Catalunya a lo largo de su historia. El último ha sido la dictadura franquista, que duró 40 años.

Aunque el nombre del instrumento ha sido utilizado como sinónimo de sonido molesto y hace incluso referencia a un pájaro de canto desgarrado, considerado desagradable, la gralla tiene una sonoridad dulce y nada agresiva si se toca con esta intención, con la técnica adecuada y con las cañas propias del instrumento. Es habitual en algunas zonas de Catalunya tocar la gralla con una técnica que no se orienta a conseguir este sonido apacible y utilizar cañas propias de otros instrumentos, hecho que genera unos sonidos más agresivos, muy característicos. Estos dos tipos de sonoridad conviven en Catalunya en el mundo de la gralla tradicional.

Los dos centros de enseñanza de música tradicional de Catalunya ESMUC (Escola Superior de Música de Catalunya) y AMTP (Aula de Música Tradicional i Popular) intentan, actualmente, estandarizar todo lo que hace referencia al mundo de la gralla: el sonido, las cañas, la técnica e incluso el propio instrumento. El objetivo es facilitar la enseñanza de la gralla y unificar conceptos. Hay que remarcar, no obstante, que parte de la línea sonora final y la metodología de trabajo que se propone desde estos dos centros no ha sido consensuada ni aceptada por muchos de los instrumentistas del país.

La gralla es uno de los instrumentos con más vitalidad en el mundo de la música tradicional catalana. En pocos años ha pasado de ser un instrumento bastante común en las tierras de Tarragona a arraigar con fuerza en todo el territorio. La encontramos en formaciones de grallers, pasacalles, castellers, formaciones específicas de gralles y percusión… Además, el hecho de que se utilice mayoritariamente una escala temperada y una afinación a 440Hz facilita que la encontremos en multitud de formaciones de diversos estilos fusionada con muchos otros instrumentos, tanto tradicionales como modernos.

Nuestro grupo tiene en la gralla una de las bases más representativas de la sonoridad berra. La gralla permite tanto ataques penetrantes como suavidad cuando esta es necesaria. Es un instrumento muy versátil y fácilmente compatible por sonido y tonalidad con el resto de sonoridades, y que liga a la perfección con tarotes y cornamusas. Con la gralla, el sonido de la tierra y el carácter mediterráneo está garantizado.

Els Berros de la Cort utilizan diferentes models de gralla construidos por el lutier Cesc Sans (http://www.sansluthier.net).