Percutir una cosa es muy sencillo y la percusión, por su sencillez constructiva, es considerada como la primera de las tres grandes familias de instrumentos –viento, cuerda y percusión– después de la voz humana. Lo que empezó durante las primeras fases de la hominización como un sencillo roce o golpe entre huesos, madera o piedras ha generado, con el tiempo, un abanico casi ilimitado de instrumentos. Cualquier objeto puede ser percutido y, por lo tanto, considerado como un instrumento de percusión. Esto no impide que podamos hablar de un grupo instrumental propio considerado de percusión. Dado que esta familia es muy extensa, únicamente hablaremos de los instrumentos que utiliza el grupo.
Como base percutiva principal tenemos el tambor, que combinamos con una serie de elementos metálicos como gongs, platos, campanas…
Un tambor es un aro de madera o metal de ancho y diámetro variable: a mayor amplitud y diámetro, mayor caja de resonancia y, por lo tanto, mayor gravedad del sonido. Sobre los extremos del aro se coloca una membrana que tradicionalmente es de piel de cabra o de algún otro animal. Basándose en estos dos parámetros tenemos prácticamente toda la gama de tambores existentes: desde la pandereta, el más pequeño, hasta el bombo, uno de los instrumentos más grandes.
En Els Berros de la Cort siempre hemos utilizado percusiones que generan sonidos orgánicos, naturales y atávicos: hemos apostado por la madera, la cuerda y las pieles y hemos huido de los nuevos materiales plásticos. Esto supone complicaciones tanto en la manera de fabricar las membranas de los tambores como en la interpretación, ya que la humedad y la temperatura convierte las pieles en altamente inestables. Esta situación no resta contundencia, carácter y energía al grupo sino todo lo contrario, ya que el oído recibe estas sonoridades de manera orgánica y natural. El resultado es un todo percutivo muy compacto y bien equilibrado.
Buena parte de los instrumentos de percusión tradicionales que utilizamos han sido fabricados por nuestros músicos, responsables también de la búsqueda de un sonido final que se ajuste a las necesidades musicales del grupo.